Retrato de Adele Bloch-Bauer II (1912) de Gustav Klimt (87.900.000 $ en 2006)
Gustav Klimt aparece dos veces en esta lista. Y las dos veces con retratos de esta mujer: Adele Bloch-Bauer. No está nada mal si tenemos en cuenta que fué la única mujer que Gustav Klimt pintó más de una vez. Sobre Gustav Klimt os dejo la entrada en la Wikipedia y sobre su musa Adele Bloch-Bauer este reportaje en El Mundo.es
En1912Klimt retrató de nuevo a Adele Bloch-Bauer y la comparación de las dos versiones es sin duda el mejor indicador para comprender el cambio experimentado por el estilo del artista. El primer cuadro, realizado en 1907, correspondía a la culminación del "periodo de oro" y transfiguraba la imagen de la modelo en un ídolo pagano, inaccesible y fuera del tiempo. La segunda obra muestra, por el contrario, la figura de una elegante mujer de su tiempo, vestida a la moda. La pose sigue siendo rígida -a diferencia del retrato no oficial de la transeúnte con la boa de plumas- y la protagonista semeja una columna con sus particiones arquitectónicas internas, coronadas por el gran disco negro del sombrero a modo de capitel. El elemento ornamental se acentúa, pues, todavía más, aunque reaparece una cierta tridimensionalidad, evidente en el sombrero y en la alfombra, vistos en rigurosa perspectiva. El fondo, por el contrario, es totalmente plano, imaginado como una serie de empapelados o tapices superpuestos. Los motivos, sin embargo, proceden de un repertorio muy distinto del arcaizante y sacro recurrente en gran parte de las obras klimtianas hasta principios de los años diez. El artista utiliza ahora escenas tomadas de las estampas japonesas, en las que antes sólo se había inspirado para los encuadres compositivos o para la reducción de las figuras a siluetas sin volumen. Por el contrario, la zona cuadrada en verde, en la cual se ven flores dispersas sin orden aparente, y el vivo colorido del conjunto se derivan del ejemplo de Henri Matisse. Dos obras del artista francés habían estado expuestas en la Kunstaschau de 1909, dedicada al arte internacional; además, en otoño del mismo año Klimt había ido a París, donde había prestado gran atención a las novedades pictóricas más recientes, asimilando algunos estímulos.
En1912Klimt retrató de nuevo a Adele Bloch-Bauer y la comparación de las dos versiones es sin duda el mejor indicador para comprender el cambio experimentado por el estilo del artista. El primer cuadro, realizado en 1907, correspondía a la culminación del "periodo de oro" y transfiguraba la imagen de la modelo en un ídolo pagano, inaccesible y fuera del tiempo. La segunda obra muestra, por el contrario, la figura de una elegante mujer de su tiempo, vestida a la moda. La pose sigue siendo rígida -a diferencia del retrato no oficial de la transeúnte con la boa de plumas- y la protagonista semeja una columna con sus particiones arquitectónicas internas, coronadas por el gran disco negro del sombrero a modo de capitel. El elemento ornamental se acentúa, pues, todavía más, aunque reaparece una cierta tridimensionalidad, evidente en el sombrero y en la alfombra, vistos en rigurosa perspectiva. El fondo, por el contrario, es totalmente plano, imaginado como una serie de empapelados o tapices superpuestos. Los motivos, sin embargo, proceden de un repertorio muy distinto del arcaizante y sacro recurrente en gran parte de las obras klimtianas hasta principios de los años diez. El artista utiliza ahora escenas tomadas de las estampas japonesas, en las que antes sólo se había inspirado para los encuadres compositivos o para la reducción de las figuras a siluetas sin volumen. Por el contrario, la zona cuadrada en verde, en la cual se ven flores dispersas sin orden aparente, y el vivo colorido del conjunto se derivan del ejemplo de Henri Matisse. Dos obras del artista francés habían estado expuestas en la Kunstaschau de 1909, dedicada al arte internacional; además, en otoño del mismo año Klimt había ido a París, donde había prestado gran atención a las novedades pictóricas más recientes, asimilando algunos estímulos.